¿Alguna vez te han dicho: “Perdona que te diga esto, pero….” o “No te ofendas por lo que voy a decirte…”?, y al escucharlo tu mente de inmediato: PUM, ¡se viene algo malo!
Es que el lenguaje crea mundos. Y es tan fácil crearlos como destruirlos.
Cuando alguien se propone decirte algo que cree que te puede lastimar pero intenta hacerlo de un modo “suave”, no comprende que esa primera frase introductoria te dispara el autobullying.
Al decir eso, tu mente empieza con frases como “no eres suficientemente bueno”, “lo que haces no sirve” o “tu ropa no es la adecuada”…
Y eso mismo ocurre cuando te hablas a ti mismo. Cada vez que te repites: “Ya te lo dije, María, así no se hace”; “Pero cuántas veces vas a cometer el mismo error, Víctor” o “No debería asombrarte que a nadie le haya gustado tu propuesta, Teresa”, estás abriendo el mundo de tu autobullying.
Y es que casi nadie nos enseña a hablarnos con respeto. No nos enseñaron que la persona con la que más hablamos en un día es con nosotros mismos.
Porque, ¿quién de ustedes no se habla a sí mismo? Nos han dicho que solo los locos hablan consigo mismo, pero ¿sabés qué? Todos lo hacemos.
Y por eso es que deberíamos comprender que esas conversaciones internas son tan dañinas como cuando alguien nos dice: “Perdona pero tengo que serte sincero…”, y claramente el problema no es esa “sinceridad” sino su necesidad de pedir perdón sabiendo lo que puede ocasionar.
Así que muchos de nosotros pensaríamos: “Pero quién te ha dado permiso para opinar sobre mi vida, puedes irte con tu sinceridad a otra parte” pero nunca pensamos: “Por qué me estoy hablando de esta manera, por qué me maltrato así” porque ni siquiera somos conscientes de que estamos manteniendo un diálogo tan o más importante que el que mantenemos con los demás.
5 formas para comenzar a apagar el autobullying cuando alguien empiece a decirte «disculpa que te diga esto».
Reconoce que empezaste con el autobullying: Cuando alguien empiece la conversación, fíjate si sientes tensión en tu estómago, hombros o cara.
Cambia la reacción de tu cuerpo: respira profundo y sonríe aunque no tengas ganas. Eso le bajará el volumen al bully de tu mente.
Repite esta frase: esta persona es valiente al querer decirme algo difícil y lo hace para ayudarme porque yo merezco que me quieran ayudar.
Prepara al otro para que tenga menos miedo de hacerte daño y eso hará que baje sus propios niveles de preocupación y pueda hablarte mejor. Dile: «no tienes que pedir perdón, sé que lo que me dirás será para ayudarme y que tu intención no es ofenderme. ¿De qué quieres hablar hoy?»
Cada vez que escuches frases como «siempre cometes el mismo error», cámbialas por «esta vez cometí este error…. A veces repito el mismo error…»
La relación más importante de tu vida será siempre la que tengas contigo mism@. Para lograr las 5 estrategias anteriores es más fácil si te llevas bien contigo.
¡Comienza a nutrir ese vínculo ya mismo!
Para conectar aún más contigo mismo, puedes descargar de forma gratuita nuestra “Guía de emociones” aquí para comenzar a conectar con lo que realmente te sucede.
Y si quieres aprender a reconocer tus logros y potenciar tu auto-percepción, puedes escuchar aquí nuestro podcast gratuito: “Cómo adquirir el hábito de reconocer tus logros (aunque creas que no has logrado nada!)”
¡Ojalá comiences hoy mismo a implementar estas 5 técnicas para un mejor diálogo contigo mism@!
Cariños,
Alejandra Schatzky Cohen
Chief Emotions Officer
Generación EPI
Creamos ambientes positivos para empoderarte y convertirte en un innovador natural.
Hay personas que a veces no piden disculpa al querer decirte algo que no te va a gustar simplemente lo dicen y no saben que daño pueden hacer